Para que el funcionamiento de los intercambiadores de calor logre una transferencia de calor lo más grande posible, la partición interior del intercambiador se ha diseñado de forma que la distancia – que debe recorrer la corriente de calor – sea lo más pequeña posible. Para ello, también se tiene en cuenta la caída de presión permitida del interior del intercambiador.
Los problemas de los intercambiadores de calor no siempre vienen acompañados de los síntomas obvios, como fugas o mezcla de canales. Algunos problemas son menores pero progresivos, lo que ocasiona mayor consumo de energía y variabilidad de rendimiento. La suciedad, los depósitos, el sarro y otros tipos de contaminación perjudican a los intercambiadores de calor de placas, ya que les restan eficiencia y, además, pueden dañar equipos costosos y causar tiempos de inactividad no programados para realizar las reparaciones.
El mantenimiento del intercambiador de calor es de vital importancia para el capacidad de control y la eficacia energética. Los diagnósticos metódicos ahorrarán tiempo y evitarán desperdiciar esfuerzos. Estas pautas deben estar incluidas en los manuales de funcionamiento y mantenimiento de su intercambiador de calor.
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